Por otra parte, existen un sinfín de nociones erróneas con respecto a la homosexualidad, lo cual refleja la gran ignorancia de la población que piensa que todo esto es innegable, conminando así a la discriminación de las personas con una orientación sexual diferente y, además, a fomentar estereotipos que no hacen otra cosa que etiquetar a la gente y humillarla, cosificándola, en vez de darle su lugar como lo que es: una persona en toda su integridad.

De acuerdo a Riesenfeld (2000), algunos de los mitos más frecuentes al respecto son:

  • La homosexualidad es algo malo;
  • El mundo sólo se divide en homosexuales y heterosexuales;
  • Los homosexuales tienden a tener problemas con drogas y alcohol debido a las dificultades que representa ser gay, y
  • Una mujer con apariencia masculina quisiera ser hombre y viceversa.

Para McCary (1992) algunos otros mitos son:

  • Los homosexuales se identifican por su aspecto;
  • El abuso sexual al menor determinará la orientación homosexual de una persona cuando sea adulta;
  • Los homosexuales lo son desde su nacimiento, y
  • Un desequilibrio hormonal es el causante de la homosexualidad.

En este sentido, Álvarez-Gayou (1997) contempla diversas perspectivas al respecto de los factores etiológicos de la homosexualidad. Con respecto a los componentes hormonales (la administración de hormonas puede producir variaciones en la conducta sexual adulta por ejemplo, la hormona luteinizante y el estradiol se han encontrado elevadas en homo- sexuales masculinos, así como bajas cifras de testosterona).

También menciona los que son de ori- gen genético. Contempla que el ser humano hereda los órganos, substratos bioquímicos neuro-hormono fisiológicos, pero no la posibilidad de responder en forma preferente a unos u otros estímulos. Se ha encontrado que en la familia de hombres homosexuales hay un mayor número de parientes también homosexuales por el lado de la familia materna. Se postuló la probable existencia de un “gen de la homosexualidad masculina”, que se encuentra en la región xq28 del cromosoma x.

Otro de los orígenes es el psicosocial: Freud consideró que hay una bisexualidad in- nata que explica las tendencias hacia la homo- sexualidad. Se postula que es la experiencia de la infancia y de la adolescencia la causante de la conducta homosexualidad: madre posesiva y dominante y un padre hostil, ambivalente y lejano.

También es necesario comentar, que un buen número de varones que fueron abusa dos o maltratados sexualmente en su infancia desarrollan una confusión con respecto a su identidad masculina. Durante la adolescencia, su relación con el sexo opuesto estará mermada por la vergüenza y por la creencia de que ninguna chica podría amarles si conociera sus experiencias sexuales. Por otra par- te, en el caso de algunas mujeres que han sido abusadas sexualmente por hombres, han desarrollado un sentimiento de animadversión con respecto al contacto heterosexual, vinculándose erótica y afectivamente con otras mujeres, puesto que ven en ellas una figura de protección y afecto.

Vale la pena mencionar que, en la medida en que nos permitamos informarnos más, pero sobre todo, que busquemos comprender a fondo la condición sexual del ser humano —desmitificando las falsas creencias— y desarrollando un profundo respeto por el hecho de ser persona, tendremos una sociedad en la que niños, jóvenes y adultos podamos convivir en armonía, sin imponer ni abusar de los demás, y por supuesto, defendiendo nuestro derecho a vivir en el pleno de nuestras capacidades afectivas, sexuales e, incluso, espirituales. 


Freud consideró que hay una bisexualidad innata que explica las tendencias hacia la homosexualidad.

 

BIBLIOGRAFÍA
  1. Armenta, “Educación sexual en la infancia”, Revista Díseres, para que el conocimiento nos lleve al autodescubrimiento, México, 2008.

J.L. Álvarez-Gayou, Homosexualidad. Derrumbe de mitos y falacias, BUAP, México, 1997.

J.L, Álvarez-Gayou, Sexoterapia integral, Manual moderno, México, 1986.

  1. McCary, et al., Sexualidad humana de McCary, Manual moderno, México, 1996.
  2. Riesenfeld, Papá, mamá, soy gay, Raya en el agua, México, 2000.
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