El teatro didáctico (o educativo) ofrece la oportunidad de presentar a los alumnos un sinfín de ejemplos de la vida real donde a través de su expresión pueden conocer sus competencias y explotarlas al máximo, entendiéndose por competencia “la capacidad que desarrolla una persona para actuar en una situación determinada, movilizando y articulando sus conocimientos, habilidades y valores” (SEP, 2009). El beneficio de este ejercicio se observará cuando el niño lleve a cabo la representación: por ejemplo, la de una persona haciendo algo indebido, esto le llevará hacia la comprensión de lo correcto.
El título de este artículo corresponde al propósito fundamental de una propuesta didáctica puesta en práctica con alumnos de 6º grado, grupo b, de la Escuela Primaria “Independencia de la ciudad de Puebla”, bajo el diseño del Taller de Teatro, conducido por el licenciado Víctor Jonathan Meneses Cevada. El trabajo, además de la asesoría académica por parte de la Escuela Normal Superior del Estado, estuvo profesionalmente apoyado por el profesor José Francisco Jaramillo Olimán, fundador y director por más de cuarenta años del Teatro Normalista del Instituto Normal del Estado, “Juan Crisóstomo Bonilla” de la ciudad de Puebla, orientación que potenció favorablemente todas las actividades.
Su dimensión formativa se empata con un propósito que de forma similar orienta a la educación física, es decir, educar el cuerpo y hacerlo competente en diferentes situaciones que respondan de una manera eficiente y voluntaria, desarrollen en el alumno su corporeidad, la expresión integral de comunicación gestual, posturas mediante actitudes y acciones motrices que manifiesten intenciones, emociones y sentimientos que se usan durante toda la vida. De esta manera, el desarrollo de competencias artísticas, a través de actividades teatrales, queda enmarcado con el auspicio de la interdisciplinariedad de las asignaturas que integran la cultura universal del hombre, y que desde luego, se corresponden con los contenidos de las asignaturas del programa de educación primaria (6º grado):
En casi todas las representaciones teatrales podemos comprobar la existencia de diálogos (Literatura), escenografía y vestuario (Artes plásticas), movimientos escénicos (Coreografía), efectos sonoros (Música) y, por supuesto, un escenario dispuesto para la representación (Arquitectura); con todo esto se hace que todas se unan, en una sola, para cumplir un propósito general, formar un individuo con valores y cultura
Éste es el carácter integral de la propuesta para considerarla didácticamente valiosa, punto nodal para unificar sus dos funciones primordiales: la función educativa y social, destinos sobre el marco de la nueva reforma educativa. Estas experiencias ponen en práctica lo aprendido por medio de la reflexión y de esta forma, los alumnos logran crear una conciencia social sobre el valor formativo del teatro en la escuela primaria, el cual, operativamente, se apoya en dos medios didácticos:
a) el juego dramático
b) el teatro escolar.
El “juego dramático” es una actividad en la que el adolescente crea escenas, piezas dramáticas y actuaciones para ellos mismos, con diálogos y acciones improvisadas. El desenvolvimiento personal como actor es la meta más que la satisfacción de un alumno espectador; las decoraciones y los trajes son poco usados. Si esta pieza teatral “informal” es representada ante un auditorio, debe considerarse una demostración natural y puede ser espontánea o elaborada, compleja o elemental: una obra artística que el adolescente desenvolverá armoniosamente, si se toma en cuenta su capacidad y el modo de llevarla a cabo.
Algunas de las estrategias aplicadas en este trabajo fueron: trabajo en equipo, trabajo colaborativo, exposiciones, monitoreo, trabalenguas, visita a un teatro, trabajo individual, trabajo grupal, puesta en escena, dirección escénica, escritura de diálogos y vocalización. Todas ellas, incluidas en el plan de actividades que se realizó del 22 de febrero al 26 de marzo y del 26 de abril al 28 de mayo de 2010, en donde se pudo constatar, de acuerdo con la cita de Hargreaves, que “la peculiar fuerza del aprendizaje a partir de una obra de arte consiste en una experiencia emocional que arroja una luz nueva sobre una situación, revelando lo que significa la situación real análoga”.
El taller de teatro como medio para el desarrollo de competencias artísticas en el individuo es un tema de constantes retos, situación que se reflejó en el desempeño artístico, emocional y cognitivo, pero esencialmente, en las dificultades que se presentaban en el cumplimiento de los propósitos de cada situación que habían sido planteados desde el diagnóstico del proyecto.
Las causas fueron múltiples, por ejemplo: la pena, el miedo, la burla, la inseguridad y la inconsciencia de sus capacidades. De los resultados obtenidos, es importante destacar que, los alumnos mostraron entre lo más significativo de su comportamiento: actitud reflexiva, interés por el trabajo artístico, diversión por “hacer algo que les gustó”, reflejo de valores al practicar el respeto, compañerismo, tolerancia, solidaridad, apoyo y autorregulación de su conducta.
Las estrategias empleadas —juego dramático y teatro escolar— combinaron disciplinas artísticas que mejoraron su expresión oral, su carácter personal y su seguridad en la convivencia social, haciéndolos más competentes en el diálogo y en el sentido elemental que aporta la experiencia emocional sobre una situación real análoga. Este es un rasgo pedagógico de valor cardinal en la propuesta, porque no trató de crear actores sobre el escenario temporal de una obra, sino que se ocupó de mejorar la capacidad reflexiva de los alumnos, su lenguaje y expresión, de acuerdo con sus comportamientos en el trabajo en equipo —colaborativo y participativo—, enmarcado en todo momento por el cálido matiz de los valores y quedando claro que la actuación en el teatro didáctico constituye un espacio de expresión no sólo de emociones y diálogos, sino de actuaciones imitadas que deben mejorar las actitudes y comportamiento en la vida en sociedad.
Al analizar el producto final de la propuesta, observamos que el argumento debe transformar la concepción que se tiene de la educación artística en la escuela, mediante un acercamiento educativo gradual a la experiencia estética, viviendo el arte a través del proceso creativodinámico (hacer arte) y compartirlo (expresar, apreciar y disfrutar lo que hacen otros y lo que se hace en conjunto) como parte del desarrollo integral de las capacidad y las habilidades que existen en cada alumno.
BIBLIOGRAFÍA
Enciclopedia General de la Educación, “Educación en valores”, Océano, Barcelona, 1999.
Hargreaves, J. David, “El arte dramático de Gavin Bolton”, Infancia y Educación Artística, Morata, 2a edición, Madrid, 1997.
Jaramillo Olimán, José Francisco, Puebla, Ediciones del Teatro Normalista de Puebla, Puebla, México, 1973.
Moncada Gil, Luis Mario, Teatro, Santillana, México, 1999.
Morales Montero, Aurora, “El teatro en la escuela”, Tesis: El teatro y su proyección en la escuela secundaria, Escuela Normal Superior del Estado, Puebla, 1974.
SEP, Programa Integral de Formación Cívica y Ética, Conaliteg, México, 2008.
___, “Educación Artística”, Plan y Programas 2009 de sexto año, Conaliteg, México, 2009.
___, “La educación Física en la Escuela Primaria”, Educación Física sexto grado, Conaliteg, México, 2009.