CAUSAS, PERSPECTIVAS Y POSIBILIDADES.
El informe 2006 del INEE se pregunta sobre las causas de la situación, sobre las perspectivas de mejora de la educación mexicana, y sobre las condiciones que harían posible la implementación de los cambios necesarios para conseguir la mejora educativa.
Las causas de la situación,
¿por qué estamos así? Según el INEE, la combinación de limitaciones del entorno y la escuela explica los bajos niveles educativos: los niños de hogares que viven en las condiciones menos favorables para apoyar el aprendizaje, suelen ser atendidos también en escuelas en las que prevalecen condiciones más precarias. La escuela, lejos de compensar, al menos en parte, las desventajas del hogar, tiende a reforzarlas y contribuye a la desigualdad. La tabla 6 muestra cómo los alumnos que asisten a escuelas privadas tienen condiciones más favorables en el hogar que los de escuelas públicas urbanas, y que las diferencias son mayores respecto a los alumnos de escuelas rurales, indígenas y comunitarias.
La tabla 7 muestra que las condiciones de espacios de las escuelas son más o menos favorables en los distintos servicios, en una forma similar a la que se presentaba en la tabla anterior. Otros datos del informe muestran diferencias similares en cuanto a equipamiento.
El informe 2006 del INEE muestra que las condiciones de familias y es- cuelas están relacionadas con circunstancias más generales del entorno, en particular el tamaño y el aislamiento de la localidad en que viven los alumnos y se ubican las escuelas. La tabla 8 muestra que el gran número de primarias multigrado se concentra en las localidades más pequeñas.
La tabla 9 precisa la imagen anterior, y muestra el número de primarias rurales y multigrado ubicadas en localidades más o menos aisladas.
En las escuelas multigrado un mismo docente atiende a niños de varios grados; en los cursos comunitarios no es un maestro profesional, sino un joven de la comunidad que tiene secundaria. Estos servicios difícilmente pueden ofrecer una enseñanza de la misma calidad que una escuela de organización completa, con maestros profesionales y suficiente equipo. Teniendo presente lo anterior no deberá sorprender la diferencia de resultados de los diferentes tipos de servicio.
En la gráfica 1 se muestran las diferencias del aprendizaje de los alumnos de primarias rurales, indígenas y privadas, en comparación con el de alumnos de primarias urbanas públicas, como referencia. Las barras claras expresan la diferencia de resultados sin tener en cuenta variables del entorno: los alumnos de escuelas rurales tienen 40 puntos menos que los de urbanas; los de escuelas indígenas 90 puntos menos, y los de privadas 100 más. Pero si estadísticamente se controla la in fluencia de variables del entorno, como muestran las barras oscuras, la situación se modifica en forma considerable: la diferencia entre alumnos de primarias públicas rurales y urbanas prácticamente desaparece; la de alumnos de escuelas indígenas se re- duce a menos de 20 puntos; y la de los de primarias privadas se reduce a me- nos de 40 puntos.
Dos tablas más ilustran de otra manera el mismo fenómeno. La número 10 presenta indicadores educativos de cuatro entidades federativas que tienen ni veles altos en ellos, y de otras cuatro que presentan las cifras más bajas del país al respecto. Con excepción de la cobertura de primaria, en la que todas las entidades presentan cifras superiores a 100 por ciento, las diferencias son importantes.
La tabla 11 presenta algunos indica- dores del contexto socioeconómico de las mismas entidades federativas. Las diferencias son también muy importantes, y en el mismo sentido que las de los indicadores educativos de la tabla anterior.
México es un país grande y desigual; sus habitantes viven en condiciones muy diversas; hasta hace pocas décadas una gran parte de la población no accedía a la educación. A mediados del siglo XX, al comenzar a llegar a la escuela cohortes de niños cada vez más numerosas, que incluían sectores antes no atendidos, la oferta educativa creció mediante opciones de bajo costo; la llegada de alumnos distintos a los tradicionales no fue acompañada —al menos no en grado suficiente— por una aportación de recursos adicionales en una medida suficiente en relación con las nuevas necesidades, ni por la necesaria diferenciación de currículos, estrategias pedagógicas y modelos organizacionales.
Si se quieren reducir las diferencias de los resultados será necesario reducir también las brechas que separan tanto las condiciones del entorno en que viven los alumnos, como las de las escuelas en las que se les atiende.
El informe 2006 sugiere modificar ligeramente las metas, teniendo en cuenta elementos que el trabajo del INEE durante sus primeros cuatro años de vida ha aportado
Las perspectivas a futuro: ¿qué queremos alcanzar?
En 2000 México se comprometió a alcanzar un objetivo para 2015: Que todos los niños y niñas terminen la educación primaria. En la evaluación hecha en 2005, considerando que esa meta ya se había alcanzado prácticamente, se establecieron metas más exigentes para 2015:
- Que toda la población entre 3 y 5 años reciba educación preescolar y la concluya.
- Que todos los jóvenes de 12 años ingresen a secundaría y que 90 por ciento concluya en tiempo.
- Que la mayoría de estudiantes de primaria y secundaria alcancen niveles satisfactorios en lengua y matemáticas, con- forme a exámenes de un organismo independiente.
Con algunos ajustes, esas tres metas parecen adecuadas: corresponden a problemas centrales del sistema educativo; atienden factores clave; se complementan y, de alcanzarse, significarían avances fundamentales en el camino a la calidad y la equidad; significaría hacer realidad la vieja aspiración de que todos los niños y jóvenes mexicanos tengan una educación de calidad, al menos hasta el fin de la escolaridad obligatoria. Esto es fundamental para la justicia social, para la convivencia democrática y para la prosperidad económica. Es un compromiso ético y legal aún no cumplido, pese a los esfuerzos hechos desde hace décadas.
El informe 2006 sugiere modificar ligeramente las metas, teniendo en cuenta elementos que el trabajo del INEE durante sus primeros cuatro años de vida ha aportado, como sigue: • Ofrecer a los niños de entre 3 y 5 años una educación preescolar diferenciada para que todos tengan una base que les permita emprender la primaria con posibilidades de éxito.
- Asegurar que todos los jóvenes de 12 años de edad ingresen a secundaria y la concluyan en tiempo. Eliminar la reprobación en primaria y secundaria, sustituyendo las prácticas prevalecientes por otras basadas en el apoyo a cada alumno, con base en evaluaciones.
- Lograr que una mayoría de estudiantes alcance niveles de aprendizaje satisfactorios en lengua y matemáticas conforme a exámenes de un organismo independiente, reduciendo a la mitad la proporción de alumnos en niveles insuficientes de competencia.