El presente artículo analiza la construcción social de la sexualidad y del género en estudiantes universitarios a partir de la influencia de la historia de Occidente y las implicaciones de la Modernidad en la transformación del trabajo y los cambios e innovaciones de la cultura. Lo anterior caracteriza las manifestaciones de la sexualidad y las expresiones de género. El estudio de campo referente a la sexualidad y las relaciones de género que viven los universitarios de las carreras de Psicología se conformó según las variables independientes de sexo (mujer y hombre), universidad (UNAM, UDLA, UIAA y UPN) y edad (adultos y jóvenes), y se estructuraron y aplicaron según los instrumentos de investigación (cuestionario demográfico, escala de la sexualidad y del género, redes semánticas, diferencial semántico, dinámicas de grupo y entrevista grupal).
Los resultados de las manifestaciones de la sexualidad se interpretaron con base en las dimensiones: sexualidad represiva, salud sexual y erotismo, y las expresiones del género a partir de las dimensiones machismo, papeles tradicionales y transformación de los papeles de género. Se concluyó en el trabajo de campo que los estudiantes universitarios viven primordialmente una sexualidad represiva y desempeñan papeles tradicionales.
Este texto aporta fundamentos que facilitan la comprensión y el entendimiento de las manifestaciones de la sexualidad y las expresiones de género en estudiantes universitarios.
La sexualidad y el género se han convertido en temas de amplios estudios, investigaciones, reflexiones, debates y acuerdos internacionales. Ambos conceptos se conforman al analizarse la concepción social de la sexualidad por parte de la ciencia a principios del siglo XIX
(Foucault, 1999) y del género a mediados del siglo xx (Beauvoir, 1981). El presente artículo analiza la construcción social de la sexualidad y del género (Weeks, 1998), las manifestaciones de la sexualidad y las expresiones de género en estudiantes universitarios de la carrera de Psicología.
La sexualidad y el género son construcciones sociales producto de prácticas históricamente específicas.1 Este proceso en constante formación e intercambio de valores, conocimientos y comportamientos, incorpora y transforma las relaciones entre hombres y mujeres y ocurre dentro de un contexto social y cultural determinado. Aunado a los diferentes momentos históricos, los procesos de la modernidad conciben, norman, legitiman y legalizan la sexualidad y el género, dando lugar a prácticas hegemónicas en las diferentes sociedades, formando y estructurando personas y sus relaciones entre mujeres y hombres, entre hombres y entre mujeres, “diferenciando y definiendo contenidos, formas, procesos, significados, relaciones, deberes, deseos y prohibiciones de las prácticas sexuales y relaciones de género”.2