LAS PALABRAS Y LAS COSAS DE LA EVALUACIÓN

El discurso de la evaluación pareciera ocupar un lugar central en el discurso de la política educativa moderna. Todo tiene que ser evaluado. No sólo los aprendizajes, sino también los docentes, los insumos y procesos pedagógicos, la gestión, las instituciones, así́ como las políticas, programas y proyectos. Evaluar es “lo políticamente correcto”, para algunos al menos. Sin embargo, existe una cierta ingenuidad en creer que evaluando se soluciona la mayoría de los problemas de la educación.

En las notas que siguen se relaciona la evaluación con la experiencia y la opinión de los docentes. Después de todo, evaluar a través del examen fue un dispositivo sistemáticamente utilizado por todos los docentes desde el origen del oficio. Sin embargo, este dato tiende a ser olvidado por cierto discurso contemporáneo acerca de la evaluación. Pero además de evaluador, el docente siempre fue un objeto evaluado. En tanto que funcionario de una organización burocrática, fue objeto de procesos y dispositivos de observación, inspección y supervisión sistemáticos e institucionalizados.

En este artículo se describen algunas opiniones y actitudes de los docentes en relación con la evaluación, como dimensión constitutiva del proceso de enseñanza aprendizaje y como dispositivo de supervisión, control y valoración de los trabajadores de la educación.

Emilio Tenti Fanfani

EL PULSO DE LA GENTE

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