¿Qué relación podemos encontrar entre capacidades (asociadas a objetivos) y Competencias?
Podemos aplicar un análisis adaptado al grado de jerarquía o de inclusión, entre unos y otras. Para ello, es necesario precisar los conceptos y convenir su alcance.
Capacidad
Con respecto al de capacidad, puede advertirse su cercanía al potencial o a la aptitud que todas las personas presentan -de ahí su carácter universal-, de manera permanente, para acceder a nuevos aprendizajes. Por eso las capacidades se formulan de manera “abierta” y su logro se deduce de las situaciones y condiciones propias de quien aprende.
Competencia
El concepto de competencia, incluye dos aproximaciones: una funcional o “externa”, que tiene que ver con la resolución satisfactoria de tareas y de demandas individuales y sociales; y otra estructural o “interna”, propia de la actividad mental para integrar y poner en juego distintos elementos y recursos (habilidades, conocimientos, motivación, emociones, valores, actitudes…) que permiten afrontar las demandas. No resulta fácil, por tanto, establecer diferencias consistentes entre “capacidades” y “competencias”, ni tampoco ayuda la insuficiencia de modelos teóricos. Aunque es interesante esta aportación que acude a la dialéctica entre la potencia y los actos, entre lo estático y lo dinámico:
“La capacidad puede entenderse como la potencialidad de hacer una cosa. Implica poder, aptitud, pero es un concepto estático.
La competencia sería la plasmación de esa potencialidad en acto, la capacidad llevada a contextos determinados, concretos, ligados a la acción. Se trata pues de un concepto dinámico.
Relación Entre Competencias y Capacidades
Los dos conceptos están íntimamente unidos: se necesita ser capaz para ser competente; la capacidad se demuestra siendo competente” (Mentxaka, 2008, Cuadernos de Pedagogía, 377, p. 82). Estimada la naturaleza y el alcance de cada uno de estos dos conceptos y su relación con los aprendizajes, las capacidades personales pueden incluir competencias o ayudar a su adquisición. Mientras que, desde el ámbito propiamente curricular, las competencias, en el sistema educativo, incluyen las capacidades.
Pero esta relación “jerárquica” o de “inclusión” está matizada por un mutuo condicionamiento, en el que competencias y capacidades son interdependientes, tanto en el plano de la naturaleza general de los conceptos como en el de su perspectiva curricular.
De la misma manera que los elementos o dimensiones integrados en las competencias guardan cierto correlato con los contenidos educativos; sobre todo, al formularse estos de manera diversa, a partir de conceptos (conocimientos), procedimientos (habilidades, destrezas) y actitudes (valores, emociones, motivación). Queda pendiente, y será en la próxima, vincular la evaluación al carácter y al alcance de las competencias y de las capacidades y objetivos.
REFERENCIAS
Mentxaka, I. (2008). LOE: una nueva ley, un viejo problema sin resolver. Cuadernos de pedagogía, (377), 81-84.