Más allá de la derrama económica inmediata, la apuesta de Jalisco es sembrar una huella duradera en cada juez y embajador internacional que participe en la 27ª edición del Spirits Selection by Concours Mondial de Bruxelles, el concurso de destilados más influyente del planeta. El objetivo: que la experiencia en hoteles, restaurantes y recorridos culturales se traduzca en promoción sostenida y consumo a largo plazo.
Del 7 al 12 de septiembre, Guadalajara, Tequila y Puerto Vallarta serán sede de este certamen, en el que se evaluarán 2,550 bebidas espirituosas de 70 países. De esa cifra, una quinta parte corresponde a marcas mexicanas, evaluadas por 150 jueces de 42 nacionalidades, bajo un método de calificación reconocido internacionalmente.
La secretaria de Turismo, Michelle Fridman Hirsch, subrayó que la relevancia de este encuentro no solo está en las cifras, sino en el alcance mediático que proyecta a Jalisco como destino turístico de clase mundial. “Si ya somos mundialmente famosos por el mariachi y el tequila, qué mejor que seguir haciendo ruido y decir que aquí también se hace raicilla, vino y que tenemos una de las mejores gastronomías de México”, apuntó.
El concurso no se limita a las catas. Habrá degustaciones, cenas temáticas y experiencias dedicadas al tequila y la raicilla, además de la participación de los jueces en la gala del Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería, en el Teatro Degollado. Con ello, los visitantes vivirán una inmersión cultural que refuerza la estrategia de convertirlos en embajadores del estado.
Con una tradición arraigada en el tequila y el crecimiento de la raicilla, Jalisco busca consolidarse no solo como anfitrión de talla mundial, sino como un actor clave en la industria global de los destilados. La celebración del concurso marca, así, un paso decisivo en un plan de promoción que no termina con el evento, sino que apuesta a consolidar la imagen del estado en el largo plazo.