La orientación vocacional no es un tema nuevo, de hecho, ha sido parte de la propuesta curricular en las preparatorias por muchas generaciones.
A través de este proceso se pretende que el alumno viva una profunda experiencia de autoconocimiento que le permita obtener información acerca de sus intereses y hacia donde dirige sus propósitos para, después, empatarlo con una o varias carreras en donde pueda él o ella sentirse cómodo y emprender sus estudios y una vida profesional productiva.
Si bien el autoconocimiento a través de test es una práctica eficaz, el mundo moderno está exigiendo cambios en la manera tradicional en la que se ofrece la orientación vocacional si se desea encaminar, a quien la recibe, a una toma de decisiones muy efectiva y también evitar la deserción, cambios de carrera constantes o frustración en su vida laboral.
Para darnos una buena idea de lo nuevo que se requiere en orientación vocacional, es interesante describir brevemente “el antes y el ahora”, aunque ese “antes” se haya manifestado apenas hace algunos meses ya que estaba escondido a simple vista.
- Antes el alumno escogía su carrera basándose principalmente (y a veces exclusivamente) en sus intereses personales. Ahora el mercado impone sus condiciones, mostrando, con datos contundentes, la posible empleabilidad que se tendrá al escoger dicha carrera.
- Antes el joven podía decidir su carrera sin importar mucho al bagaje en habilidades tanto intelectuales como socioemocionales con la que él mismo contaba. Ahora cada carrera demanda desde el inicio un mínimo de habilidades, actitudes y conocimientos con los que se debe contar para evitar reprobación, frustración, deserción.
- Antes el acceso a la información sobre la práctica de la carrera en cuestión era muy difícil, ahora las personas pueden tener acceso rápido al ejercicio real de dicha carrera siguiendo perfiles en redes de aquellos que la hayan estudiado y la ejerzan, entrevistando de modo virtual o accediendo a redes de profesionistas para ahondar más al respecto.
- Antes las opciones de carreras eran más limitadas, ahora existe una inmensa oferta educativa que hace imperante una mayor reflexión.
- Antes no era tan necesario investigar sobre la saturación en el mercado de la carrera de interés, hoy en día es preciso, además de los intereses propios, tomarse el tiempo para investigar el mercado laboral que habrá de tomar la decisión de emplear a quien la estudia.
- Antes el interés personal sobre la educación continua no era tan tomado en cuenta para escoger una carrera, en la actualidad es importante analizar los requerimientos de actualización constante que se requieren a lo largo de la vida profesional en dicho ámbito de estudio si no se quiere caer en la desactualización.
- Antes la carrera tendía a escogerse tomando muy en cuenta la accesibilidad de lo que se deseaba estudiar, tanto en costo como en el lugar donde se pretendía hacerlo, ahora, la virtualidad ha hecho posible que muchas carreras estén accesibles para más personas y a menor costo.
- Antes la orientación vocacional se hacía una vez en la vida y dirigida a los jóvenes, ahora la orientación vocacional requiere hacerse a través de las diferentes etapas de la vida, siempre que se desee hacer un alto y plantear o replantear el plan de carrera que se sigue o modificar el rumbo.
Es por razones como estas por las cuales surge una orientación vocacional de nueva generación que propone nuevas pruebas, programas y propuestas didácticas que apoyen a que la persona que la vive se conozca, reflexione en él mismo y en el mercado, establezca un plan de vida y carrera y tenga claro que su decisión no solo afectará su futuro inmediato y a él (ella) como persona, sino al mercado laboral siempre cambiante y demandante de personas reflexivas que lo toman en cuenta.