Cuando se constituye o se adquieren acciones en una sociedad anónima, algunos accionistas pensarán que la existencia de un acta constitutiva o un contrato de compraventa de acciones es suficiente para acreditar su participación dentro de la compañía. Sin embargo, esto no es completamente correcto, ya que existen diversos instrumentos contemplados por la legislación mexicana que son necesarios para probar que eres accionista en una empresa.
En términos generales, ser accionista de una sociedad anónima implica ser el propietario de una parte proporcional de una empresa. La cantidad de acciones con las que se cuenta implica el porcentaje de participación en una compañía, lo cuál impacta los ingresos que se reciben al momento de repartir las utilidades generadas de forma proporcional. A pesar de esto, existen ocasiones en las que es necesario acreditar tu carácter de accionista cuando existan disputas internas o incluso la contabilización de los votos en las Asambleas de Accionistas. Por ello, es importante que los accionistas conozcan las formas que existen para demostrar su participación dentro de una sociedad anónima ante terceros o autoridades.
Títulos de acciones
En las sociedades anónimas deben emitir títulos de acciones, que son los títulos que se le exipde a los accionsitas y que demuestra que un accionista determinado es el propietario legítimo del un número de acciones comprendidas en dicho título.
El artículo 125 de la Ley General de Sociedades Mercantiles (LGSM) especifica los requisitos que deben contener estos títulos:
- Nombre, nacionalidad y domicilio del accionista
- Denominación, domicilio, fecha de constitución y duración de la sociedad
- Datos de inscripción de la sociedad en el Registro Público de Comercio
- Importe del capital social y el número de acciones junto con su valor nominal
- Indicación de liberación de las acciones
- Serie y número de acciones, con indicación de sus derechos y obligaciones y potenciales limitaciones de voto
- Firma de los administradores
En caso de que surja alguna disputa relacionada con la tenencia de acciones, contar con tu título de acciones es vital para demostrar tu participación en la sociedad y la titularidad sobre las acciones
Además, estos títulos detallan los derechos y obligaciones que se vinculan a los distintos tipos de acciones. Por esto, si se llegara a cuestionar el derecho de voto de un accionista o su participación en asambleas, estos documentos son un respaldo sólido para evidenciar los derechos y obligaciones que tiene un accionista en su sociedad.
Libros de registro de acciones
Libro de Registro de Accionistas es la prueba documental clave para demostrar la participación en el capital social de los accionistas. Aquellos que figuren inscritos en el libro correspondiente serán acreditados como accionistas de la sociedad cuando este carácter tenga que demostrarse ante terceros o autoridades.
Para los libros de registro de acciones, el artículo 128 de la LGSM establece que este deberá contener el nombre, nacionalidad y domicilio del accionista, al igual que la cantidad de acciones que tienen a su nombre, especificando el número de acciones, su serie y su clase. Adicionalmente, las sociedades están obligadas a actualizar este libro con cualquier transmisión o transferencia de acciones que se lleve a cabo.
Ante cualquier movimiento en el capital o en la distribución del mismo es crucial que las empresas actualicen constantemente sus libros de registro de accionistas, ya que según el artículo 28 del Código Fiscal de la Federación, estos libros forman parte de la contabilidad de las empresas y pueden ser solicitados por las autoridades fiscales al momento de realizar auditorías o requerimientos de información. Actualizar estos libros no sólo permitirá contar con evidencia documental de la participación de cada accionista en el capital social, sino que también asegurará que las empresas estén en cumplimiento de sus obligaciones fiscales.