Cada año, el 30 de abril, miles de escuelas en México se llenan de piñatas, juegos, dulces y globos para celebrar el Día del Niño. Es un día esperado por las y los estudiantes… pero también un reto para los docentes que, entre planeaciones, rifas y dinámicas, a veces se sienten rebasados.
Pero… ¿realmente es importante celebrarlo? ¿Aporta algo significativo al desarrollo de niñas y niños? ¿Qué dice la evidencia?
Estudios de la Universidad de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y UNICEF coinciden en algo clave: el juego, el reconocimiento emocional y la creación de recuerdos significativos impactan directamente en el bienestar socioemocional de la infancia.
En otras palabras: celebrar sí tiene valor, pero no por la cantidad de dulces, sino por la calidad del momento vivido.
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La neurociencia ha demostrado que las emociones positivas (como las que se generan en celebraciones escolares) fortalecen conexiones neuronales y mejoran la memoria y el aprendizaje.
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La psicología educativa señala que cuando los niños se sienten vistos, valorados y reconocidos, aumenta su motivación para aprender y su confianza en sí mismos.
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La UNESCO recomienda fomentar espacios lúdicos y de expresión dentro del aula como parte de una educación integral.
Entonces, sí: celebrar tiene sentido. Pero no se trata solo de hacer una fiesta. Se trata de generar un momento significativo, formativo y seguro.
¿Y si no hay presupuesto? No pasa nada
No necesitas contratar payasos ni llevar brincolines para lograr una celebración con impacto. Aquí algunas ideas probadas y efectivas (basadas en experiencias de docentes y literatura educativa):
Actividades con sentido:
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“Hoy soy maestro/a”: deja que los niños den una mini clase de su tema favorito. Se sienten escuchados y valorados.
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Muro de agradecimientos: los estudiantes escriben algo bonito de sus compañeros. Refuerza la empatía y mejora la convivencia.
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Dinámica de talentos: cada quien comparte un talento especial (bailar, contar chistes, dibujar). Fomenta la autoestima.
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Carta a mi yo del futuro: ayuda a reflexionar y construir identidad.
Recursos gratuitos:
Guía de actividades de desarrollo socioemocional para el contexto escolar (Primaria)
Ofrece actividades prácticas para fortalecer habilidades socioemocionales en niñas y niños.
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Catálogo de materiales del PNCE
Contiene recursos didácticos para fomentar ambientes escolares inclusivos y pacíficos.
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¿Y si no celebramos? Cuidado
No celebrar o hacerlo de forma muy fría o desigual puede reforzar desigualdades (como cuando solo unos niños llevan regalos o dulces). Además, puede hacer que niñas y niños se sientan poco valorados, lo que impacta su bienestar emocional.
La clave no es gastar, sino estar presentes.
Celebrar el Día del Niño sí vale la pena, pero no como obligación ni competencia de recursos, sino como una oportunidad pedagógica para fortalecer vínculos, emociones y comunidad.
Hazlo a tu manera, con lo que tengas, pero con intención. Porque para un niño, ser visto y celebrado por su maestra o maestro, es un recuerdo que dura para siempre.