Cuando pensamos en “estudiar”, probablemente tenemos en mente imágenes similares: largas e interminables horas sentados en el mismo lugar, vertiendo sobre el mismo material, tratando casi desesperadamente de memorizarlo.
Estos tediosos métodos de estudio a menudo se consideran probados y verdaderos, a pesar de que no hay evidencia científica real que demuestre que lo sean.
Tal vez tuviste algún éxito por suerte después de pasar la noche entera en vela, o tu amigo logró obtener una calificación perfecta en una prueba para la que esperaron hasta el último minuto para prepararse, pero estos no deberían ser los hábitos de estudio a los que recurres regularmente.
De hecho, siempre se ha demostrado que estudiar en la misma habitación, estudiar una sola materia durante largos períodos de tiempo y otros consejos de estudio que se comparten con frecuencia no son útiles.
Entonces, si esos famosos métodos de estudio no son los que funcionan, ¿qué métodos funcionan? En lugar de recurrir a esa décima taza de café o preguntarle a tu compañero agotado cómo se las arreglan para preparar sus exámenes, podría ser un poco más beneficioso recurrir a la ciencia.
AQUÍ TE DEJAMOS 8 CONSEJOS RESPALDADOS POR LA CIENCIA PARA ESTUDIAR MEJOR
1. ¡Cambialo!
Estudiar una sola materia durante largos períodos de tiempo no solo es tedioso, sino que tampoco te ayuda a largo plazo. En su lugar, alterna entre estudiar diferentes materias durante tu tiempo de estudio.
Dedica de 20 a 30 minutos a cada cosa y haga pequeños descansos entre ellos. Esto obliga a su cerebro a cambiar de marcha y mantenerse alerta, en lugar de caer en una pausa al mirar el mismo material y usar las mismas habilidades durante demasiado tiempo a la vez.
2. Toma Tu Tiempo
En lugar de tratar de concentrar todo tu estudio en una sola sesión larga, divídalo en sesiones más pequeñas durante un período de tiempo más largo.
Pase unas semanas antes de una prueba o examen estudiando en ráfagas cortas en lugar de depender únicamente de esa noche anterior.
Por ejemplo, si tiene tres capítulos de un libro de texto que cubrir, trate de pasar unos días trabajando en cada capítulo, o una semana por capítulo si puede. Si bien puede ser difícil planificar tu tiempo de estudio con mucha anticipación a una prueba o examen, podría ser especialmente útil hacerlo.
3. Sigue Moviendote
Claro, es posible que tenga esa mesa específica en la esquina posterior de la biblioteca a la que va cada vez que estudia, pero la ciencia sugiere que cambiar las ubicaciones de estudio a menudo es una excelente manera de mejorar la retención.
Al darle a tu cerebro más ubicaciones para asociar el material, será más probable que retenga esa información valiosa cuando llegue el momento de la prueba.
Entonces, pasa algo de tiempo en tu mesa, pero luego cambia a la cafetería y luego a una de las mesas en el patio. Haga todo lo posible para evitar quedarse en un solo lugar durante toda la sesión.
4. Haz Que Tu Sangre Fluya
Los estudios han demostrado que hacer un poco de ejercicio durante la semana puede ayudarlo a mantenerse en forma y mejorar su memoria.
Intente hacer algo de cardio ligero, como caminar 30 minutos, algunas veces a la semana. Usa tu bicicleta en lugar de conducir o tomar el transporte público si puede.
Mientras estudias, tomar pequeños descansos para caminar o hacer algunos saltos puede mantener tu mente alerta y bombear sangre. El acto de tomar descansos rápidos también es importante durante el estudio, sin importar cómo los gastes.
5. Enseña a Alguien Más
En lugar de estudiar solo para retener, intenta estudiar con la intención de compartir ese material con otra persona.
Al enseñarle a otra persona el material que has aprendido y estudiado, realmente estas memorizando ese material, en lugar de simplemente revisarlo pasivamente.
Recuérdalo, piense en explicaciones prácticas y aplicaciones, y pidele a un amigo o familiar que escuche tu mini lección.
6. Prueba Tus Conocimientos
Simplemente revisar sus notas y su libro de texto es importante, pero no es tan efectivo como probarse a sí mismo en el material.
Intenta hacer algunas tarjetas didácticas o incluso crear un cuestionario en línea para realizar.
Al ponerte a prueba para ver lo que sabes, podrás identificar mejor en qué áreas todavía tienes problemas y luego concentrarte en ellas cuando reanudes el estudio normal.
7. Tómate un Descanso de la Tecnológia
Puede que sea más fácil revisar las notas mecanografiadas y ordenadas al estudiar, pero podría ser más beneficioso apagar la computadora portátil y revisar las notas escritas a mano.
Nuestros dispositivos no solo pueden causar tensión en nuestros ojos y hacer que nos cansemos más rápidamente mientras estudiamos, sino que también se ha demostrado que ralentizan nuestra velocidad de lectura y, por lo tanto, limitan cuánto realmente estamos quitando de lo que estamos leyendo.
Cambia tu libro de texto por un tiempo y escribe algunas notas a mano en lugar de a computadora.
8. Descansa Bien
Si bien esas sesiones de estudio de toda la noche pueden parecer productivas, en realidad están inhibiendo su capacidad para desempeñarse bien en esa prueba para la que estabas tratando de preparar.
La falta de sueño puede tener efectos perjudiciales sobre la memoria, la retención de información y el procesamiento. Además, puede llevar días volver a sentirse y funcionar normalmente después de una noche sin dormir.