En la Psicología Evolutiva, también llamada Psicología del Desarrollo, existen varias teorías que intentan explicar el modo en que los niños van madurando psicológica y cognitivamente a lo largo de su infancia.
Una de las teorías más conocidas en este ámbito es la teoría del desarrollo psicosocial que propuso Erik Erikson. Además, se trata de un cuerpo teórico ampliamente aceptado y reconocido por psicólogos y pedagogos.
Vamos a conocer en qué se basa esta teoría y cuáles son sus fundamentaciones para describir las etapas y los conflictos cognitivos que se producen en la infancia.
La teoría del desarrollo psicosocial de Erikson
La teoría del desarrollo psicosocial fue desarrollada por Erik Erikson mediante la reinterpretación de las fases psicosexuales que describió el psicoanalista Sigmund Freud. Erikson matizó algunas cuestiones centrales en la teoría freudiana, como por ejemplo:
- Subrayó la comprensión del yo como esa capacidad de autoconocimiento y organización de cada individuo, siendo el motor para reconciliar los actos sintónicos y distónicos, capaz de reflexionar y confrontar las crisis producidas por la carga genética y el contexto cultural, social e histórico de cada ser humano.
- Integró las etapas del desarrollo psicosexual de Sigmund Freud con su enfoque social y cultural. Por tanto, enriqueció los aportes de Freud complementando sus postulados con una perspectiva más amplia.
- Erikson fundó el concepto de desarrollo de la personalidad, un aspecto que, según él, viajaba e iba modulándose desde los primeros años de vida hasta la vejez.
- Estudió el impacto de la cultura, de la sociedad y de la historia en el desarrollo de la personalidad, siendo éste uno de sus principales aportes novedosos.
Bases y fundamentos de la teoría de Erikson
Erik Erikson contempla que los niños, a través de su desarrollo cognitivo, psicológico y motor, van transcurriendo una serie de etapas que les permiten acceder a ciertas competencias de una complejidad cada vez mayor.
Alcanzado cada nivel madurativo, si el individuo ha logrado la competencia que corresponde a su etapa vital, experimentará una sensación de dominio, que Erikson describe como “fuerza del ego”. Adquirir esas destrezas y competencias facilitan que el niño pueda superar las exigencias que se le presentan durante los años venideros.
Otro aspecto importante en la teoría de Erik Erikson es que cada etapa viene marcada por un conflicto que permite el desarrollo psicológico y madurativo del individuo. Cuando la persona va resolviendo todos y cada uno de los conflictos, experimenta un cambio cualitativo en su madurez psicológica y cognitiva. Si no lo logra, puede verse estancado y arrastrar una serie de déficits.
Los ocho estadios psicosociales
- Confianza vs. Desconfianza
Transcurre desde el nacimiento hasta los 18 meses, y depende del vínculo que haya establecido el bebé con su madre.
La relación que haya establecido el neonato con la madre influirá en los vínculos futuros que el individuo va a tener con otras personas. La sensación de confianza, apego, satisfacción, seguridad (o sus antónimos) pueden influir decisivamente en la calidad de las relaciones futuras.
- Autonomía vs. Duda
Empieza en los dieciocho meses y va hasta los 3 años.
A lo largo de este estadio, el niño experimenta grandes cambios cognitivos, motores y físicos. Es el momento en que empieza a caminar y a controlar los músculos, por ejemplo los excretores. Esto puede acarrear momentos de vergüenza y dudas. Pero si el niño supera esta fase del desarrollo, se sentirá autónomo e independiente.
- Iniciativa vs. Culpa
Este estadio transcurre desde los 3 hasta los 5 años de edad, aproximadamente.
El niño se desarrolla rápidamente, tanto a nivel motor y físico como a nivel cognitivo y social. También despierta su interés por relacionarse con los demás, sobre todo con sus pares, y desarrolla sus habilidades en este aspecto. Empiezan a sentir curiosidad por el mundo que les rodea y es una etapa de extraordinaria creatividad.
Sin embargo, si los padres tienen malas reacciones hacia las preguntas que les formulan los niños, es posible que experimenten culpa y desasosiego.
- Laboriosidad vs. Inferioridad
Este estadio se desarrolla entre los 6 años hasta los 12 años.
Los niños de esta edad observan la realidad y se preguntan por cómo funcionan las cosas. También es un momento de generatividad, descubren el mundo con sus propias manos y realizan un sinfín de actividades en las que ponen todos sus recursos cognitivos y físicos.
Es por eso que los niños deben sentir que los maestros y los adultos, especialmente los padres, les estimulan positivamente para desarrollar sus inquietudes y llevar a cabo estas actividades, sobre todo las que se realizan en grupo de iguales.
Si se da el caso en que los niños son minusvalorados o tenidos de menos, pueden desarrollar sensaciones de inferioridad que les volverá individuos con propensión hacia la inseguridad y la timidez.
- Exploración de la Identidad vs. Difusión de la Identidad
Esta etapa se produce durante la adolescencia, y la pregunta recurrente es: ¿quién soy yo? Es un momento de análisis y reflexión acerca de la identidad.
Los individuos que están en la etapa de la adolescencia empiezan a querer ser autónomos y a mostrarse distantes con sus padres. Prefieren pasar tiempo con sus amigos y compañeros y comienzan a tomar decisiones sobre su futuro: qué quieren estudiar, dónde quieren vivir, qué tipo de persona quieren ser…
En esta etapa, el adolescente empieza a valorar sus propias posibilidades y destrezas en base a sus experiencias pasadas. Esta constante búsqueda puede generar dudas y confusión acerca de su identidad.
- Intimidad vs. Aislamiento
Este estadio transcurre desde los 20 años hasta los 40.
El modo en que los individuos entre 20 y 40 años se relacionan con los demás cambia. Empiezan a priorizar relaciones más íntimas y de compromiso mutuo, una intimidad que asegure la compañía y la confianza.
Si no se logra establecer relaciones positivas que conlleven esta sensación de intimidad, la persona puede estar inmersa en sentimientos de soledad que pueden acarrear depresión, monotonía y desesperanza.
- Generatividad vs. Estancamiento
Este estadio viaja desde los 40 hasta los 60 años.
Suele ser una etapa vital asociada a la dedicación a la familia, principalmente. Se produce una búsqueda de equilibrio entre la productividad (no únicamente laboral) y el estancamiento. La productividad está motivada por el bienestar futuro, el proveer a la familia y a las generaciones venideras de un buen nivel de vida, y la sensación de ser útil para el entorno familiar.
El estancamiento hace referencia a la pregunta frecuente que se puede formular el individuo: ¿tiene algún sentido todo mi esfuerzo? Si no logra canalizar este sacrificio diario hacia algo que le genere bienestar, se sentirá estancado y decepcionado.
- Integridad del yo vs. Desesperación
Este estadio transcurre entre los 60 años hasta la muerte del individuo.
Es una etapa en que la persona deja de ser productiva (o lo es en menor medida), debido a su jubilación y a la merma de sus capacidades físicas. Es una etapa en que se ven alteradas muchas de las formas de vivir anteriores: algunos amigos y familiares mueren, deben afrontarse muchos procesos de duelo, y el cuerpo va deteriorándose progresivamente.