Una realidad que no podemos ignorar
En México, miles de niñas y adolescentes enfrentan cada mes una barrera invisible pero poderosa: su menstruación. De acuerdo con datos recientes del diario El País (marzo 2025), 17 estados del país carecen de legislación para garantizar una menstruación digna en las escuelas, lo que genera que el 43 % de las estudiantes falten a clases y el 30 % recurra a materiales improvisados para gestionar su periodo.
Esta situación, conocida como pobreza menstrual, tiene impactos directos en la permanencia escolar, la autoestima y la salud de nuestras alumnas. El tema ya forma parte de la agenda pública gracias al impulso de organizaciones como Mexicanos Primero y Fundación Femmex, que trabajan por incorporar la educación menstrual como parte del derecho a una educación integral.
Herramientas accesibles para docentes y familias:
- Manual gratuito “Menstruación sin mitos” (Fundación Femmex). Esta disponible en línea y descargable. Ideal para abordar el tema en clase con sensibilidad.
- Campañas escolares con carteles, infografías y pláticas entre pares. Los materiales pueden imprimirse desde femmex.org o SEP.
- Mapeo participativo de condiciones sanitarias: padres y maestros pueden crear en conjunto un diagnóstico básico de acceso a baños, insumos y privacidad.
¿Cómo involucrarnos, luchar contra la pobreza menstrual?
- Fomentar conversatorios en el aula.
- Solicitar al Consejo Escolar recursos para adquirir toallas reutilizables o kits de higiene.
- Invitar a madres, padres y estudiantes a derribar los estigmas.
Combatir la pobreza menstrual en las escuelas no es solo una cuestión de salud, sino de justicia educativa. Al proveer herramientas, información y apoyo a las estudiantes y los estudiantes, abrimos la puerta a una educación más equitativa y sin ausencias forzadas, normalizando procesos naturales. Padres y docentes tienen el poder de generar entornos donde las niñas no tengan que elegir entre su educación y su ciclo menstrual.