En medio de las tensiones políticas existentes entre Estados Unidos y México, siguen apareciendo ejemplos de que ambos países pueden entenderse en cualquier materia si se lo proponen. Y no solo porque los acuerdos repercutan en forma de beneficio económico a los dos territorios, sino porque los proyectos en los que se involucran mejoran la vida de sus poblaciones y en especial de las nuevas generaciones. En ese aspecto va encaminada la inversión que se va a realizar en el país azteca con el objetivo de ayudar a la educación. Un alianza necesaria y que no es la primera vez que se produce.
Lo confirmó el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, en una conferencia con motivo de la Semana de la Educación Internacional. En la embajada americana se celebra con regularidad desde el 13 hasta el 17 de noviembre este evento global en el que se promueven charlas interactivas sobre los estudios y se presentan diversos programas de becas para el alumnado de los países del continente al completo. Uno de esos actos era anunciar los nuevos planes educacionales que se van a implantar en México y que van a dar un impulso a sus estudiantes.
Landau lo presentó como una iniciativa del Fondo de Innovación 100.000 Strong in the Americas, que es un plan del Departamento de Estado de Estados Unidos con el que se busca la transformación de las sociedades a través de la educación, ofreciendo oportunidades a diferentes sectores de esta rama y velando por su prosperidad económica. Este proyecto cuenta con importantes apoyos por parte de empresarios que son los que lo financian con fondos para que esta herramienta tenga una utilidad. Aunque en este caso, son las fundaciones Banorte y Gruma las que más han ayudado a que todo saliera adelante.
Banorte es un grupo financiero que quiere fortalecer a México enfocándose en la educación preescolar que se imparte en la República. Conciben el sistema educativo como el motor de cambio para la sociedad, participan en numerosos eventos e impulsan planes como este que se está remarcando. Por su parte, Gruma, se sustenta con la actividad empresarial que efectúa la multinacional del mismo nombre y en su fundación lo que tratan es de ayudar a personas en estado de vulnerabilidad a través de donativos a diversas instituciones. Ambas tuvieron también su representación en el evento.
Landau se encargaba de recordar también que en total han sido 27 convocatorias las que ha realizado el Fondo de Inversión en las que se han otorgado 232 subvenciones a 477 instituciones de educación secundaria de un total de 25 países y 49 de los estados de Estados Unidos. Además, México lidera el número de alianzas totales que ha alcanzado con este organismo, un total de 60 que han beneficiado a 19 estados tricolor. “Cinco de cada diez equipos provienen de este gran país y esto nos llena de orgullo y nos motiva para dar pasos firmes”, afirmaba el embajador.
La repercusión
El dinero total que va a invertir Estados Unidos es de 250.000 dólares, que se repartirán en 10 subvenciones para financiar instituciones de educación superior tanto en un país como en otro. Esto se traduce en becas para estudiantes para que les sea más sencillo acceder a programas de intercambio y que por tanto puedan preparase de una manera más correcta para salir al mercado laboral. En ramas como ciencia y tecnología, por ejemplo, hay una amplia gama de ayudas, pero el resto de vertientes lo necesitan. El Fondo pretende que los alumnos trabajen en equipo y puedan resolver conflictos del día a día. Y para ello los ciudadanos de ambos territorios deben conocer cómo se vive en el otro lugar.
Este paso al frente tiene también una intención de potenciar el idioma anglosajón en territorio mexicano. Parece necesario como lo indica el último informe EPI de Education First en este 2019, en el que se expresa que México ha empeorado por quinto año consecutivo en cuanto a su nivel de inglés. No es la mayor bajada de la región azteca, que trata de frenar la evidente caída, pero está claro que se necesita un impulso y un cambio en su política educacional. Iniciativas como esta van enfocadas a una mejora en este sentido.
Aunque otro de los intentos de este plan se sustenta en la mejora del sector de la agricultura sostenible y el desarrollo del campo. Los programas que se han puesto en marcha para el desarrollo de las zonas rurales han sido muy numerosos por parte de la presidencia de México en este último año y Estados Unidos también quiere participar en ello. De esa forma se busca que se investigue en la mejora de la industria agroalimentaria y la sustentabilidad de la misma.
Landau ha pedido también la colaboración de más entidades para que todo el proceso resulte mucho más sencillo. “Les pedimos que sean nuestros embajadores ante otras instituciones para que también participen y que más estudiantes y profesores se beneficien. Estas asociaciones crean nuevas oportunidades de intercambio, capacitación y a su vez los participantes adquieren nuevas habilidades técnicas, lingüísticas e interculturales. Nos ayudan a estrechar los lazos entre nuestros pueblos y comprenderlos mejor”.