El informe 2006 concluye que las metas propuestas constituyen retos que es posible enfrentar, pero no menores; para alcanzarlas serán necesarios esfuerzos sostenidos, que tengan como criterio rector la equidad, y que se plasmen en políticas de Estado, caracterizadas por la integración de elementos, y no por recetas simplistas; por la conjunción de esfuerzo de los actores involucrados; por una articulación intersectorial con otras políticas sociales; y por su continuidad en el tiempo, por periodos largos. Sólo así podrán hacerse realidad avances importantes en el camino de la calidad educativa con equidad.